Más que un destilado, es una declaración de maestría y pasión. Invita a vivir un ritual que detiene el tiempo y conecta con la tierra, las raíces y la herencia. Con 44° de alcohol, este tequila blanco, de sutiles tonos paja, revela un perfil auténtico y redondo, donde las notas dulces del agave cocido se fusionan con delicadas notas cítricas.

